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27 jun. 2022
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Thom Browne y Celine contrastan visiones el domingo en París

Publicado el
27 jun. 2022

París fue testigo el domingo de dos visiones opuestas de la moda masculina: Thom Browne, que optó por la elegancia cruzada en lana bouclé, y Hedi Slimane, un roquero retro entre miles de millennials seguidores de tendencias.
 

Celine: la ropa de siempre en un desfile frenético



Banal es una palabra que nunca pensamos que fuéramos a usar con Hedi Slimane, pero ese es el adjetivo que se nos vino a la cabeza al ver su último desfile.


Colección Celine Primavera/Verano - Celine


No es que el evento fuera banal, pero sí gran parte de la colección. El frenesí era palpable en el ambiente que rodeaba el desfile celebrado en el Palais de Tokyo, junto al Sena. Había al menos 3000 seguidores que vitoreaban a roqueros, influencers y, sobre todo, a miembros de las bandas de K-pop.
 
Cuando Lisa, de Blackpink, reina del K-pop y embajadora de Celine desde 2020, apareció en escena, la multitud enloqueció, volcando las vallas y gritando. Tener 78 millones de seguidores en Instagram sugiere una cierta popularidad.

Hasta Bernard Arnault, el hombre más rico de Europa, cuyo conglomerado de lujo LVMH es propietario de Celine, se sumó al acto. Bernard salió a grabar su llegada, junto con sus amigos V, de BTS, y el actor Park Bo-gum, con su teléfono móvil, mientras un pequeño grupo de guardias de seguridad y decenas de influencers asiáticos seguían la estela del multimillonario. Cuando las estrellas asiáticas tomaron por fin asiento, la actividad de los paparazzi que se encontraban en el interior se volvió frenética.
 
El desfile comenzó con fuerza, con blazers y esmóquines muy elegantes, adornados con cristal, con flecos de hilo de plata y perlas, combinados con pantalones cortos y botas Chelsea con suelas enormes. Los modelos llevaban el pelo teñido y peinado hacia atrás como las primeras portadas de Roxy Music.
 
El calzado preferido de Hedi fueron las botas cowboy con tacón cubano que seguramente encontrarán montones de adeptos. Al igual que la marca. Aunque quizás al principio le costase dejar huella, Celine ha ido ganando a fieles seguidores. LVMH no publica los resultados de Celine, pero a juzgar por las sonrisas de Arnault y de la directora general de la casa, Severine Merle, está claro que Slimane está consiguiendo buenos números.
 
Pero puede que no esté cambiando el espíritu del tiempo. Esta colección es bastante floja para lo que nos tiene acostumbrados Hedi. Desde monos de lentejuelas del color de los Smarties hasta un extraño jersey de lanas con barras y estrellas, hubo bastantes meteduras de pata. Ni siquiera la famosa sastrería de Slimane fue buena, con chaquetas de gran tamaño y mangas encogidas.
 
Tampoco ayudó la repetición de la banda sonora, escrita e interpretada por Gustaf, con esa interminable frase "You know people do terrible things".
 
Ni el hecho de que segundos después del final del desfile, cuando normalmente el público se retira rápidamente, un locutor insistiera: "Señoras y señores, permanezcan sentados, no pueden irse". Y los que consiguieron escapar de las garras de los guardias de seguridad y salir del espacio artístico fueron recibidos fuera por una multitud tan enorme y excitada que se produjo una inquietante sensación de "El día de la langosta".
 
En definitiva, no fue ni un gran espectáculo ni una gran salida para un diseñador tan aclamado como Slimane. Lo importante de la carrera de Hedi es la habilidad que tiene para abordar la cultura popular y el arte utilizando la moda. Sin embargo, este desfile y esta colección dieron la sensación de ser un pálido reflejo de sus grandes momentos de temporadas anteriores.  


Thom Browne Colección Primavera/Verano 2023 - Thom Browne


Thom Browne: oda al bouclé



Es increíble todo el jugo que se le puede sacar a un traje de franela gris, especialmente si eres Thom Browne, que abrió su desfile con cinco jóvenes banqueros. Antes de que las cosas se pusieran bastante locas.  
 
El quinteto de apertura apareció con chaquetas entalladas, pantalones cortos, zapatos "wingtips" y maletines a juego. A continuación llegó un grupo de iconos, grandes damas de la alta sociedad, con sus entradas en la mano y simulando que llegaban tarde. Entre ellas se encontraban desde Marisa Berenson hasta Farida Khelfa, fingiendo remordimiento y expresando horror al no encontrar sus asientos.

Cuando por fin se sentaron, el elenco reanudó el desfile celebrado en el interior del Automobile Club de la Place de la Concorde, protagonizado por la lana bouclé, un tejido muy usado por Chanel, en menta, rosa, lima y azul marino, terminado con hilos metalizados. Coco para modernos.
 
Todos los tejidos cortados con suavidad en blazers, chaquetas mini y abrigos, aunque con un montón de accesorios extravagantes. Vimos hombres con sujetadores de bouclé y también tirantes, estos últimos combinados con faldas y pantalones cortos, que dejaban buena parte de la zona posterior al descubierto.
 
Vimos bouclé en mocasines, cinturones, corbatas e incluso joyas y adornos faciales en miniatura con forma de ancla, así como en bolsos con forma de perro: Jack Russells, terriers, corgis o perros salchicha.
 
Las débiles referencias cowboy se mezclaron con los códigos de WASP a lo elegante, subrayados por una canción country del oeste que hacía de banda sonora. Todo el elenco llevaba carteles con sus números (como en los antiguos desfiles de alta costura), pero sin orden ni concierto. 
 
Hasta llegar al look final, protagonizado por un cowboy vestido en tejido bouclé y con el trasero al aire. Probablemente lo más al oeste que fuese es donde Christopher Street se cruza con el río Hudson, pero hizo una gran imitación de un baile en un granero, al son del "Don't Tell Me" de Madonna.
 
Siguió un enorme aplauso, después de 12 días y unos 100 desfiles, la mayor ovación de toda la temporada de moda masculina en Europa.

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