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Diana León Banda
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26 ene. 2021
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Schiaparelli abre la Semana de la Alta Costura de París con el surrealismo desafiante y dorado de Daniel Roseberry

Traducido por
Diana León Banda
Publicado el
26 ene. 2021

Tras vestir recientemente a Lady Gaga de Schiaparelli para la toma de posesión del presidente Joe Biden, el modisto estadounidense Daniel Roseberry presentó este lunes una colección desafiantemente surrealista para la ilustre maison, con la que abrió la temporada de Alta Costura de París.


Schiaparelli


Una temporada cuyos 28 desfiles y presentaciones tendrán lugar íntegramente por internet, por lo que la semana comenzó con un vídeo de presentación de cuatro modelos disfrutando de las pruebas de Alta Costura en el interior de la sede de la casa en la Place Vendôme.
 
"Quiero hacer una casa de Alta Costura alternativa", explicó Roseberry en sus notas del programa. Sin duda, estuvo a la altura de su ambición con esta dramática y fantástica colección de Alta Costura primavera-verano 2021, el mayor laboratorio de moda de alta gama.

Por ejemplo, su hermosa Madonna negra, que aparecía con un vestido negro con cremallera dorada y un halo de metal dorado, meciendo entre sus brazos a un niño Jesús dorado que mamaba de un único pecho de oro. Mientras que su rubia, parecida a Elsa Schiaparelli, se presentó con una peluca de metal dorado y un vestido columna divinamente cortado, cuyo cuello en V estaba adornado con un denso racimo de joyas y dientes dorados.
 
A Roseberry le encanta el volumen, como se observó cuando vistió a Lady Gaga con una falda de seda roja de tres metros de ancho para su interpretación del himno nacional en Washington, y creó enormes nubes y formas de algodón de azúcar en raso para envolver a sus modelos.


Schiaparelli - Haute Couture - Primavera/Verano 2021 - Photo: Schiaparelli


Aunque también se trataba de una colección con un concepto audazmente corporal: desde las minifaldas de cuero pulido con cordones laterales y cortadas con el torso de un campeón de culturismo profesional, o su vestido de fiesta de lentejuelas rosas con hombros de levantador de pesas olímpico. Hasta llegar a un torso dorado metálico con anillos de diamantes en los pezones, llevado por una modelo con una máscara metálica dorada. Todo ello llevado con inmenso orgullo por las modelos en este vídeo titulado 231 Seconds, por su duración.
 
Comenzando su look-book y terminando su vídeo con una barriga de taladro neumático negro de un torso terminado con un enorme lazo de seda en color rosa chocante.
 
"Aquí, la fantasía no son los vestidos de princesa ni las prendas de cortesía; aquí, la fantasía está en el interior. Son prendas que te hacen consciente del hecho de tu cuerpo, que te hacen pensar en cómo te mueves por el mundo". Elsa Schiaparelli también confeccionaba prendas que torcían el cuerpo, pero sus intenciones nunca fueron macabras, sino que fomentaba una exploración infantil y no neurótica de la forma humana. Las suyas eran prendas para celebrar la alegría de pavonearse, la alegría de mostrarse", argumentó Roseberry en su programa.
 
Un elemento clave en el ADN de Schiaparelli fue siempre la joyería extrañamente escultural de la diseñadora italiana, y Daniel tenía muchas ideas nuevas en ese departamento. Un símbolo clave de Schiaparelli, el candado dorado, se convirtió en una gruesa “minaudière” (cartera de noche), o se cosió en varios bolsillos de parche de pantalones carpintero.
 

Schiaparelli - Haute Couture - Primavera-Verano 2021 - Photo: Schiaparelli



Roseberry transformó las botas de bovino estilo Dr. Marten en botas al muslo con suelas de plataforma de cinco centímetros de grosor y punteras de metal dorado. Luego, las ponía debajo de shorts de boxeo.
 
Además, sus pendientes de nueve pulgadas eran algo más: un dedo dorado extendido que llegaba hasta un diente cuya raíz era una perla negra. A una bruja chic incluso le brotaban tentáculos dorados de los dedos, que simulaban arañar la cámara. Los pendientes también eran literalmente copias de las orejas, aunque hechos en oro y perforados para que pudieran colgar de ellos brazaletes de diamantes.
 
Esta colección es la tercera que realiza para la casa, cuyo propietario, el multimillonario italiano Diego della Valle, ha pasado por varios modistos en los últimos años. Sin embargo, la hiper creatividad y la falta de remordimientos de Roseberry parecen tener poder de permanencia. Así que se espera una larga residencia estadounidense en la Place Vendôme.
 

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