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Eva Gracia Morales
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5 mar. 2019
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Givenchy y su debutante vanguardista y chic

Traducido por
Eva Gracia Morales
Publicado el
5 mar. 2019

El Jardín del Edén floreció en casa de Givenchy, si bien las tentaciones aquí no fueron de la carne, sino del armario.

Givenchy - Fall-Winter 2019 - Womenswear - Paris - © PixelFormula


En una temporada más bien remilgada y correcta, con poca piel en exhibición en las pasarelas de Europa Occidental, esta colección para el otoño 2019 de Givenchy se veía muy sincronizada con el ánimo actual.

Una mezcla de fantasía elegante y floral japonesa vertebró este desfile, que englobó también las habilidades y fortalezas de la diseñadora de la marca, Clare Waight Keller.

Salió a saludar emergiendo detrás de una fuerte nube de hielo seco y con una banda sonora de música techno y dance, que culminó con el tema ‘Revolution 909’ de Daft Punk. El camerino, mientras, estaba repleto de bellas flores.

La inspiración de Waight Keller fueron las famosas bellezas de los 90 Jasmine Guinness y Honor Fraser, así como sus primeras incursiones en la moda.

“Me refiero a todas esas chicas que llegaron de mundos aristocráticos y comenzaron a mezclar esa sensibilidad chic con un sentimiento más urbano”, explicó la diseñadora, justo antes de ser abrazada por Rosamund Pike y Lewis Hamilton.

Sus dos ideas clave fueron la sastrería y los jardines. Ella diseñó abrigos largos y trajes de chaqueta con hombreras exageradas, con solapas redondeadas, grandes o con forma de pagoda. El efecto, además, se veía acentuado con marcadas costuras y con llamativos cinturones; todo con estampado de Príncipe de Gales o en cashmere de color caramelo.

Además, llevó a la pasarela una docena de vestidos de seda plisados con puños y bajos con volantes y estampados con motivos florales japoneses hiperrealistas, tomados, en realidad, de jarrones. Eran vestidos elegantes, inesperados, pero también apropiados, pensados para chicas que quieren parecer artísticas, pero no demasiado. 

El final fue su mejor momento, con vestidos dignos de una puesta de largo: no en nylon, sino en tafetán; y deconstruidos, para lucir contemporáneos y muy cool. 


Givenchy - Fall-Winter 2019 - Womenswear - Paris - © PixelFormula


El desfile se celebró en el interior del Jardin des Plantes, en una tienda de campaña de cien metros de largo y un techo transparente desde el que observar los árboles del exterior con las ramas retorcidas en una noche ventosa, el mejor complemento para la fantasía de estos diseños.

Las chicas Givenchy desfilaron con sus citas en un desfile mixto: ellos eran estrellas de rock con un aire pijo que vestían camisas de seda con estampado de serpiente, pantalones de cuero y abrigos de tipo redingote; o graduados de escuelas de arte con trajes turquesas.

En resumen, una puesta en escena pulida de una diseñadora que controla su estudio y su taller. Aunque esta presentación quedó a varios puntos del sobresaliente, en comparación con su propuesta de alta costura del pasado mes. 

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