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Rocío ALONSO LOPEZ
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8 jul. 2022
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Fendi, Vetements, Yuima Nakazato y Franck Sorbier cierran la Semana de la Alta Costura de París

Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
8 jul. 2022

Fendi bajó el jueves el telón de los principales desfiles de la temporada de Alta Costura otoño/invierno, tras cinco días de presentaciones, que incluyeron incluso una orgullosa y enérgica colección de prêt-à-porter de Vetements el último día.
 

Fendi: Encuentro entre Oriente y Occidente




Fendi - otoño/invierno 2022 - Haute Couture - París - © PixelFormula


El diseñador de Fendi, Kim Jones, se inspiró esta temporada en el este, lejos de Roma, más allá de las fronteras del Imperio Romano, e incluso de la antigua ciudad de Kyoto.
 
Un desfile realizado en el interior de la antigua bolsa de París, marcado por las nuevas y brillantes joyas de Delfina Delettrez Fendi, de la familia fundadora, que en cambio hacían referencia a la Antigua Roma.  
 
El show comenzó ciertamente de forma elegante, con un cuarteto de looks de color caramelo y corte impecable, que incluía un maravilloso traje pantalón de vicuña rematado por un deslumbrante collar y un finísimo vestido a juego con unos pendientes del tamaño de una estalactita. También hubo anillos de diamantes en manos que sujetaban clutches de visón de color caramelo. Al propietario de Fendi, el director general de LVMH, Bernard Arnault, le gustó tanto el comienzo que lo grabó con su iPhone.
 
Casi todo el resto de la colección estuvo dedicado a la noche. La gran idea de Jones fue casar elementos de los tejidos de los kimonos, la impresión a mano Kata Yuzen, los paneles de seda tradicionales y las múltiples imágenes de hojas. 
 
En sus notas del programa, Kim dijo que quería establecer paralelismos "entre Oriente y Occidente, lo masculino y lo femenino, lo natural y lo hecho por el hombre, la tradición y lo moderno, a lo largo del otoño-invierno".


Fendi - otoño/invierno 2022 - Haute Couture - París - © PixelFormula


Los resultados fueron erráticos, aunque en ocasiones muy refinados. Como los vestidos de cóctel luminosos con flores de cristal y clutches y tacones a juego. Sin embargo, una serie monocromática de vestidos columna en amarillo canario o menta dejó mucho que desear. En una temporada que no deja de hacer referencia a los años 30, estas prendas recordaban a hace 30 años. Y aunque el último look de malla multicristalina será muy fotografiado, la suavidad de los looks los hizo difíciles de llevar para la mayoría de las mujeres.
 
A veces parecía que la verdadera estrella del desfile era la brillante lluvia de diamantes blancos y amarillos en pavé y baguette de Delettrez Fendi. La descendiente de la familia fundadora también lució el logo de la "F" invertida, creado por Karl Lagerfeld en 1965.
 
En resumen, una colección lujosa, pero no una declaración de moda importante. Independientemente de que cinco ejecutivos de LVMH se pasaran el desfile asintiendo con un entusiasmo melodramático.
 

Vetements: De Barbie a Barbès




Vetements Haute Couture otoño/invierno 2022


Para un caballero que en su día se caracterizó por ser un director de negocios, esta fue una muy buena colección de Guram Gvasalia para Vetements. 
 
Repleta de todo el glamour gótico sobredimensionado con el que su hermano Demna hizo famosa a la marca. Pero con un corte menos exagerado y, por tanto, más maravilloso que grotesco.

Su cuadrilla de modelos ayudó, lo que los franceses llaman "un casting sauvage", con un montón de punkies teatrales y un donjuán hipster cuyo pelo se enredaba en una vara de medio metro de altura. Y, para mayor aclamación, Ireland Baldwin. Guram reveló en sus notas al programa que a los cinco años, para consternación de los padres de la época, se gastó todos sus ahorros en comprar a sus primas la Babie Malibú, movido por su obsesión por Kim Basinger, la madre de Ireland. 
 
Presentado a gran velocidad en el interior de los restos de la tan añorada tienda Tati del barrio de Barbès. A los seguidores del filósofo económico Joseph Schumpeter les habría encantado este vendaval de "destrucción creativa". El desalojo de un templo del orden establecido, sustituido por un joven turco de la moda.
 
Para la próxima primavera, las seguidoras de Vetements se pondrán batas de cirujano con hombros poderosos sobre jeans mega-anchos, trajes de cebra teatrales con faldas enormes y botas gigantes de construcción de superheroína.
 
Para los chicos, blazers de raya diplomática con solapas de 20 centímetros de ancho que se llevan sobre jeans desgastados de forma elefantina en azul Ossi o negro tinta y estupendos abrigos de micro lentejuelas.
 
Muchas sudaderas, con expresiones que decían: "I’m not doing shit today" ("Hoy no voy a hacer una mierda"). Y mucha coordinación de colores de la época soviética: un traje de tres piezas color limón y un gran abrigo que llevaba un modelo de pelo color limón.
 

Franck Sorbier: Estilo saltimbanqui



 


Hay pocos modistos más independientes que Franck Sorbier, cuyas tres décadas en el mundo de las artes han estado marcadas por algunos momentos maravillosos, como fue el caso esta temporada, con su elegancia de inspiración acrobática.
 
Su ubicación, el Conservatoire national des arts et métier, lo dice todo sobre Sorbier, que sigue cosiendo personalmente las piezas importantes de sus colecciones de Alta Costura.
 
Con un saxofonista de jazz tocando de fondo, un caballo negro se acercó a la escalinata mientras aparecía la primera modelo. La afición de Franck por el saltimbanqui, o acróbata callejero, quedó patente en una serie de grandes vestidos de cóctel, cuyas curvas y volantes imitaban las formas lanzadas por los funambulistas franceses.
 
Compuestos de guipur densamente cosido y completados con fragmentos de encaje, cintas, terciopelo y brocado, todos ellos lucían muy bien. Aunque eran más apropiados para un cóctel que para una cena, seguían siendo admirables declaraciones de moda de un modisto eternamente joven.


Yuima Nakazato: El movimiento de la tierra y el mar




Yuima Nakazato Haute Couture Fall/ Winter 2022


Una forma sencilla aliada a una rica imaginación dio lugar a una impresionante colección de Yuima Nakazato, un joven creador japonés que está creando olas en la Alta Costura.
 
Inspirado en nuestra preocupación contemporánea por la salud del planeta, el decorado consistía en una serie de olas gigantes de papel y el color clave era el azul del océano. 
 
Una colección basada en el rectángulo, la clásica forma sencilla de un kimono, que Yuima utilizó como plataforma para algunas creaciones muy experimentales. 

Utilizando artículos excedentes, residuos industriales y materiales tecnológicos, que en realidad son artificiales, ensambla prendas con batas de estilo japonés.
 
"Me preocupa el estado de nuestro mundo. Por eso, al utilizar un kimono, no se desperdicia tela. Parece complicado, pero no lo es", explica Nakazato, nacido en Tokio y que ahora vive en el campo.
 
No es un mal lugar para despertar la imaginación, a juzgar por esta colección. 
 
Francia vuelve a atraer la imaginación de los grandes de la moda para que participen en la prueba definitiva de la moda: desfilar en la Alta Costura de París.

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