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Ana Ibáñez
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El sector del lujo está en plena forma y bate nuevos récords

Por
AFP
Traducido por
Ana Ibáñez
Publicado el
22 feb. 2022

Las empresas de productos de lujo vivieron un buen 2021 y quieren mantener sus márgenes en 2022 a pesar del aumento de costes en un contexto inflacionista, que debería llevar a un aumento de precios.


Al Pacino para Saint Laurent - Saint Laurent

 
Los gigantes del lujo han anunciado unos resultados financieros para 2021 que a veces superan por mucho los niveles prepandémicos, gracias sobre todo al dinamismo de las ventas en Asia y Estados Unidos.

LVMH, número uno mundial, batió todos los récords con 64 000 millones de euros en ventas, es decir, 10 000 millones más que en 2019, y un beneficio neto que se disparó hasta los 12 000 millones de euros frente a los 7800 millones de 2019.

Kering (Gucci, Yves Saint Laurent, Bottega Veneta) supera sus niveles de ventas de antes de la pandemia con 17 600 millones de euros en 2021, con un beneficio neto de 3170 millones de euros, y Hermès se acerca a los 9000 millones de euros de ventas con un beneficio neto de casi 1000 millones más que antes de la pandemia, con 2440 millones de euros.

El grupo suizo Richemont, dueño de Cartier, que publica sus resultados con retraso, también anunció a mediados de enero que sus ventas en el tercer trimestre aumentaron un 38 % respecto al mismo trimestre de 2019, alcanzando los 5600 millones de euros.

Esta buena salud financiera no sorprendió a los analistas. En su estudio anual publicado en noviembre, la firma Bain and Company estimó que "el mercado de productos de lujo personales podría alcanzar entre 360 000 y 380 000 millones de euros en 2025, con un crecimiento sostenido de entre el 6 y el 8 % anual".

Parece que ni las restricciones sanitarias ni los riesgos inflacionistas van a aplacar los ánimos de estos grupos, que encaran 2022 con mucha seguridad.

"Tenemos una gran ventaja sobre muchas otras empresas y grupos, y es que podemos tener cierta flexibilidad en nuestros precios, por lo que ante la inflación tenemos medios para reaccionar", declaró el director general de LVMH, Bernard Arnault, durante la presentación de los resultados.


"Trabajar la deseabilidad"


 
"La flexibilidad en los precios es una de las principales características de la industria del lujo", dijo el banco UBS en una nota a principios de febrero, estimando que "grandes marcas como Louis Vuitton (LVMH) han aumentado sus precios una media de 2,5 veces la tasa de inflación durante los últimos 20 años".

"Cada nueva temporada, creamos una colección nueva, revisamos todas las matrices de precios", explicó el director general de Kering, François-Henri Pinault, al presentar los resultados a la prensa.

"Pero aunque constata desde hace tiempo "una inflación gigantesca en los transportes", el director general de Kering atribuye las subidas de precios al hecho de "trabajar la deseabilidad de las casas", según él, que pasa por "la sofisticación de los productos", la "subida de gama", con "productos cuyo precio aumenta".

"En algunos casos, la demanda supera la oferta, lo que significa que los consumidores comprarán y aceptarán precios más altos", indicó HSBC en una nota de enero. Rolex, "que se ha abstenido de subir los precios en estos últimos dos años, ha iniciado 2022 con subidas de precios medias de más del 3 % y, en algunos modelos, han llegado hasta el 12 %", señaló una nota.

Hermès, que está viviendo una demanda "muy fuerte" de sus productos, sube sus precios una vez al año, según explicó su director general, Axel Dumas, durante la presentación de sus resultados.

"Todos nuestros productos tienen los mismos márgenes (...) no jugamos con los precios. Van ligados al precio de fabricación y no a su deseabilidad", detalló, estimando el aumento en torno a un 3,5 %.

La fabricación artesanal de los bolsos hace que "estén quizá menos sujetos que otros al precio de la energía y las materias primas", agregó.

Sin embargo, hay que tener cuidado con estas subidas de precios, advirtió Arnaud Cadart, gestor de carteras de Flornoy, ya que "pueden frenar las compras".

"Hay límites. Un bolso de 1000 euros que sube a 1200 euros al día siguiente puede frenar la demanda", añadió.

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