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20 nov. 2019
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Cédric Charbit (Balenciaga): "Pertenecer al portfolio de Kering no es algo neutro, nos permite comprometernos"

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20 nov. 2019

Probablemente Cristóbal Balenciaga nunca oyó hablar de “brand engagement” en su Guetaria natal. Tampoco de la popularidad en redes o del compromiso social y ambiental, que serían claves de futuro en la construcción de nuevos códigos a partir de su legado de alta costura. En su intervención en el Vogue Fashion Festival de la pasada semana, Cédric Charbit, CEO de Balenciaga desde noviembre de 2016, analiza la esencia de una firma radical. ¿Qué futuro le reserva Kering a la histórica casa de origen español?


Olivier Nicklaus entrevista al CEO de Balenciaga, Cédric Charbit - Vogue Fashion Festival



“Balenciaga lleva tres años en puestos de altura del ranking Lyst” afirma el ejecutivo, orgulloso de los resultados en la clasificación de marcas en función de su popularidad. Un auge impulsado por la revolución generada por Demna Gvasalia, nombrado director creativo de Balenciaga en octubre de 2015, tras su paso por Maison Margiela y Louis Vuitton. La entonces CEO de la compañía, Isabelle Guichot quien, tras casi una década dirigiendo la firma la abandonaría para ponerse al frente de Maje, afirmaba con respecto al desembarco del georgiano que la maison "quería a alguien que tuviera una visión y capaz de barajar las cartas de nuevo”. Y así fue.
 
"El mejor consejo que he recibido me lo dio Demna Gvasalia: seamos intrépidos", cuenta Cédric Charbit sobre el diseñador, quien abandonó su irreverente proyecto paralelo Vetements en septiembre de este año al sentir que "había cumplido su misión”. No obstante, sus iniciativas subversivas continúan en el seno de Balenciaga. Algo que defiende su máximo ejecutivo, citando el ejemplo del logo de maison en claro guiño al de la campaña presidencial de Bernie Sanders, reinterpretado en el segundo desfile masculino de Gvasalia; la alianza con el organismo World Food Programme o la campaña del invierno 2019 protagonizada por “parejas reales”. “Desde que la masion goza de una visibilidad increíble, Demna Gvasalia quiere utilizar todas las plataformas posibles para transmitir mensajes”, admite Cédric Charbit, añadiendo que el hecho de que la marca "pertenezca al portfolio  de Kering no es algo neutro, nos permite comprometernos”.



Desfile masculino del otoño/invierno 2017 y la campaña invernal 2018 junto a WFP - Balenciaga


En el contexto del conglomerado de lujo, impulsor del Fashion Pact, hablar de sostenibilidad es inevitable. “El grupo es un departamento de desarrollo sostenible muy activo en el que se nos propone hacer las cosas de otra manera, no es algo que se imponga, lo que hace que el reto sea más interesante”, asegura Cédric Charbit, reconociendo el rol fundamental de François-Henri Pinault, presidente y director general del grupo, como impulsor de proyectos. Una filosofía que llega hasta los desfiles.  “El último fue el más sostenible de nuestra historia”, reconoce el dirigente. Y añade: “Los 6 500 metros cuadrados de terciopelo azul fueron reciclados, así como los 2 500 metros cuadrados de la moqueta y la iluminación fue cedida a una empresa que la realquila durante 3 años. Hicimos lo que pudimos para que la huella de este desfile fuera la mínima posible”, explica, asegurando igualmente que el show fue un reflejo de una sociedad mixta. “La media de edad del desfile era 28 años. Algunas de las modelos tenían otro trabajo, como una limpiadora o un vendedor que desfilaron ese día”, comenta.

Sostenibilidad, paridad, igualdad de salarios y derecho a la desconexión


 
“En los últimos años hemos prácticamente duplicado el número de empleados de Balenciaga en el mundo hasta 2 200 trabajadores”, anuncia Cédric Charbit, antes de adentrarse en las prioridades de la compañía. "Nuestras principales acciones en Balenciaga consisten en la paridad entre hombres y mujeres, el derecho a la desconexión y decir no al salario mínimo", afirma, orgulloso de la representación femenina en su empresa. “En la industria de la moda tenemos la suerte de contar con una paridad a favor del género femenino, altamente reflejado en Balenciaga. Contamos con un 70 % de mujeres y un 30 % de hombres, hay casi un desequilibrio, pero nos va muy bien. Mi comité de dirección lo componen un 80 % mujeres y un 20 % de hombres. Es importante mantener en mente la cuestión de la paridad entre hombres y mujeres en los equipos. Especialmente en los puestos de dirección, los puestos de responsabilidad”, analiza.


Balenciaga - Spring-Summer2020 - Womenswear - Paris - © PixelFormula


“No pretendo vender Balenciaga como un ejemplo de marca, pero sí es importante hablar sobre las iniciativas en las que trabajamos”, reconoce el directivo, subrayando la necesidad de “ser humilde y tratar de no dar pasos en falso”. ¿Le queda a Balenciaga aún camino por recorrer? Por supuesto. Así lo admite el consejero delegado: “En 2019, en Balenciaga había un 4 % de las empleadas que con un nivel de experiencia, competencias y rendimiento equivalentes, tenían un salario inferior al de sus homólogos masculinos. Es una gran incoherencia que hemos corregido. Asegurar una igualdad total en los salarios forma parte de nuestros compromisos con los colaboradores de cara al futuro”.
 
Al fin y al cabo, su llegada hace 3 años trataba un poco de eso, recuerda el francés. “Soy un joven jefe de marca. Es un buen trabajo. Al principio, el nombramiento fue gratificante. Rápidamente llegó la presión de la responsabilidad y después vi una oportunidad para cambiar la trayectoria de la marca y avanzar en la parte del compromiso, vinculándola a la época que vivimos”, reconoce entusiasmado.
 

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