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Eva Gracia Morales
Publicado el
28 feb. 2018
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Lacoste juega al golf con un twist o dos

Traducido por
Eva Gracia Morales
Publicado el
28 feb. 2018

Es 2018 y la celebración de la Ryder Cup en tierras francesas está al caer. Mientras llega el torneo, la firma gala de deportes más famosa, Lacoste, va saliendo a pisar el césped.


Lacoste - Fall-Winter2018 - Womenswear - Paris - © PixelFormula


Prácticamente cada look estuvo poseído por el golf en el último desfile de Lacoste, celebrado en un falso campo en el interior del Lycee Carnot, en una gélida mañana de miércoles en el norte de París. Pero, francamente, y como diría cualquier auténtico golfista, este parecía el campo de golf más triste de todos, con muy poco que ver con la belleza natural de uno real.

Algunas de las primeras propuestas del diseñador Felipe Oliviera fueron fluidas parkas de nylon para días húmedos en los búnkers, vestidos de punto para un cóctel a media tarde en el ‘green’ y chaquetas vueltas de lana de oveja para seguir una ronda ejecutada por un profesional.

El próximo mes de septiembre, el torneo de la Ryder Cup llegará a Francia por primera vez. Se celebrará entre los días 28 y 39 en el espacio llamado Le Golf National, a una hora de París. La tienda oficial de la competición ya tiene a la venta polos de la Ryder Cup 2018 de Lacoste, pero Felipe tiene unas ideas mucho más locas en la cabeza. Por ejemplo, chaquetas arregladas y jerséis cubiertos con estampados de hojas, abetos, palos de golf, cucharillas de golf y más motivos relacionados con este deporte.

El diseñador nunca escasea en humor, como demostró con la sudadera gris que llevaba impreso el lema ‘La chemise Lacoste’ (‘La camisa Lacoste’) o con unas fantásticas gorras de nylon con estampado de patchwork y postales de tigres africanos.

Oliviera Baptista también subió a la pasarela loables camisas-polo de cuadros alargadas hasta convertirse en vestidos, geniales gorras con diseño de rombos y un mono de ensueño rematado con una chaqueta de tipo bomber.
 
Dicho esto, fue una buena incursión la de Lacoste en el golf, con unos cuantos detalles de moda para recordar. El único problema es que la propia compañía hace que comprar sea increíblemente difícil. Prácticamente a ninguna de sus tiendas llegará esta colección. Ahora sabemos que, aunque el clásico de la firma sean sus polos, colocar su ropa en actores, influencers y músicos, como el nuevo rapero francés Moha La Squale, que se sentó en el front-row, es lo más inteligente que Lacoste puede hacer. Esconder estas creaciones sería más que una pena. Sería una estupidez.

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